lunes, 18 de octubre de 2010

Vos caminás delante mío, seguro de donde vas. Yo en cambio, camino lentamente, dudando de donde ir.
Te ví caer miles de veces, pero también te ví levantarte mil más.
Te ví superar los obstáculos más grandes sin que detuvieran tu andar.
Te ví luchar contra vos mismo: una lucha interna entre lo querés y podés, sin darte por vencido.
Te ví dar todo por nosotras sin esperar nada a cambio.
Por eso tus pasos son mi guía cuando el camino es oscuro, borroso y complicado.
Por eso nunca te voy a soltar, nunca te voy a dejar ir...
Todavía tus zapatos me quedan grandes, pero algún día, vamos a caminar juntos a la par.

No hay comentarios:

Publicar un comentario