domingo, 9 de mayo de 2010

Mis ideas y sentimientos se subieron a un velero. Van y vienen según el viento. Me gustaría de una buena vez anclarlas, dejarlas en un lugar fijo pero lamentablemente te la rebuscás para que eso no pase.
Entre la marea y el viento, entre las grandes olas y tormentas sos lo único que tengo, sos mi brújula. Mi brújula rota que no marca el Norte ni el Sur.
Un día el Norte queda hacia la costa.... pero otro, el Norte se encuentra en lo más profundo de la tormenta.
Entonces, ¿cómo haré para arribar si no sé llegar a la costa? ¿Cómo haré para alejarme del puerto sí no sé hacia donde voy? Sólo me queda navegar.... ir a la deriva. Ver a hacia donde me llevan las olas o quizás seguir a mi brújula. Ir y venir a su antojo. Sino, podría jugar con el destino y seguir una dirección. Sin guiarme por mi brújula y superando todos los obstáculos, seguir un camino.... Lamentablemente, el velero perdió los remos.

1 comentario:

  1. que tristeza, no puedo estar peor por un chico, juro que odio estas situaciones, te quiero con todo mi corazon

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