domingo, 24 de enero de 2010

A pesar de todo... es interminable la lista de cosas que me han dejado y he aprendido a su lado.
Descubrí lo valioso de encontrar a aquellas personas que a pesar de las diferencias, nada me hacía mejor que estar cerca de ellas.
Comprendí también que las cosas buenas se acaban, pero que siempre y para siempre van a quedar guardadas en mi memoria.
Conocí que lo verdadero se descubre cuando uno da todo por el otro y el otro, da todo por uno.
Aprendí que sólo los verdaderos amigos dicen lo que piensan y sienten.
Aprendí que el exterior sólo refleja una pequeña parte de lo que realmente somos.
Descubrí que el orgullo no vale nada cuando se corre el riesgo de perder a las personas que uno quiere.
Perdoné y fui perdonada.
Aprendí que la gente se equivoca y que todos nos merecemos una segunda oportunidad.
Aprendí que a pesar de que todo tiene un comienzo y un final, siempre hay que conservar lo mejor de eso.
Comprendí que los finales no son siempre como uno espera, pero no por ellos hay que despreciar al camino.
Conocí las 7 maravillas del mundo.
Y también, pude conocerme un poco mejor a mí misma.
Aprendí a valorar las pequeñas cosas.
Y descubrí también que son las que te hacen sentir más llena de alegría.
Y entre las miles de cosas que aprendí, la más importante fue a amarlas más que a nada. A considerarlas mis amigas, mis hermanas, compañeras… Pasaron a ser una parte muy importante de mi vida, una parte irremplazable e indispensable.
Pero como ya todas sabemos: esto no va a volver a repetirse aunque por lo menos, yo me atrevo a decir que jamás encontraré un grupo como Uds. Son únicas.
A su lado pasé los mejores días de mi vida y no me arrepiento de absolutamente nada.
Nunca las voy a olvidar, gracias por todo.




No quería comenzar este año sin nombrar a las personas con las cuales quizás no terminé muy bien el 2009. No quería no haberme tomado el tiempo en escribirles un último texto ni haberles expresado todo lo que fueron para mí. No quería que esto se transforme en un mal entendido ni que haya rencor entre nosotras.
Personalmente, me molesta demasiado que después de tantos años de amistad y de momentos más que hermosos, la gente no tenga (no sé como llamarlo), la delicadeza, el respeto o el mínimo cariño para ir y saludar a la otra, para cruzarse por la calle y charlar, para preocuparse cada tanto por la otra y llamarla, mandarle un mensaje…
Más allá de como haya terminado esto o las cosas que hayan pasado, Uds fueron lo mejor que tuve. Uds fueron mis amigas las 24 hs, los siete días de la semana. Estuvieron en los días buenos, malos y en los más que malos.
Sólo pretendo guardar en mi corazón los mejores momentos que pasé con cada una de Uds y no permitir que nada ni nadie, los borre de ahí.

No hay comentarios:

Publicar un comentario