miércoles, 4 de noviembre de 2009

30/10/2008

A veces uno quiere que las cosas sean como antes, quiere volver a esa época donde todo estaba bien. Donde te peleabas menos con determinada persona o la veías más tiempo. Regresar al momento donde la conociste o evitar su distanciamiento. Uno quiere arreglar muchas equivocaciones que tuvo en el pasado, muchas cosas que quizás no valoró o las dejó pasar como si nada. Pero la verdad es, que el pasado no se puede modificar. Uno no puede ir sobre sus huellas y borrarlas, no puede cambiar algo que ya ocurrió. Lo que puede, es aprender de sus errores y cambiar el presente.
Ya sé que en este momento, digamos, no es el mejor de todos. Tuvimos que soportar peleas, discusiones, distanciamos, llantos, gritos, de todo... Quizás estas cosas sean normales. Quizás es lógico que la gente se pelee y todo eso, quizás sea que nosotros, estábamos acostumbrados a otra realidad.
Me atrevo a decir, que nos acostumbramos a una amistad perfecta -muy lejos del estereotipo de lo que se considera “perfecto” en este mundo-, pero así la consideramos nosotros. Vernos todos los días, abrazarnos, darnos besos, contarnos cosas, reírnos, charlar, enojarnos, pasar recreos, jugar, compartir salidas, secretos, molestarnos, ayudarnos, escucharnos, llorar, confiar...
Es cierto que ahora, muchas de esas cosas que la hacían “perfecta”, se fueron desvaneciendo. Con el tiempo, quizás algunas -por diversas razones- las dejamos de hacer. Dejamos de salir cada tanto los dos solos, dejamos de contarnos secretos, dejamos de reír juntos. Quizás otras, se perdieron porque no le dimos la importancia que merecían, como cada beso, abrazo o cada 'te amo'.
Es más que obvio, que si podría, haría una máquina del tiempo y haría todo lo posible para no estar como estamos, para evitar esas peleas que tuvimos, esas cosas que nos distanciaron. Pero aunque me cueste aceptarlo, todas estas cosas nos ayudan. Como dice el dicho “lo que no te mata, te fortalece”. Todos los obstáculos que tuvimos que superar, nos ayudan para que cada día, nuestra amistad sea más fuerte. Y por ahora, no encontramos nada lo suficientemente fuerte para que nos separe.
Sólo nos queda, dar lo mejor de cada uno y poner nuestro mayor esfuerzo, para que nuestra amistad, crezca. Lo lógico sería decir “que sea como antes”, pero no tiene porque serlo. No necesariamente nos vamos a estancar en el momento que nosotros consideramos “mejor”, sabiendo que, con el tiempo, cada vez vamos a ser más mejores amigos.
"Te amo muchísisisisisisisisisimo Facundo (me quedo más que corta con eso), ya ni puedo expresarte lo mucho que te amo. Gracias por haber compartido un pasado de lo más más lindo, esos momentos hermosos e inolvidables, momentos que quedaron y quedarán guardados en mí. Momentos que no cambiaría por nada en este mundo. Gracias por todo lo que me das día a día, por estar ahora, por ser mi amigo y darme una alegría inmensa todos los días. Y gracias, por formar parte de mi futuro. Porque aunque el tiempo pase y pase, y quizás no te vea más -ojalá que no-, siempre te voy a recordar, siempre vas a ser el mejor amigo de todo el mundo, y dudo, que pueda encontrar a alguien como vos. Gracias..."

No hay comentarios:

Publicar un comentario